Durante el mes de Noviembre he tenido el placer de poder impartir unas clases de cómic en el museo del Romanticismo de Madrid. Una experiencia fantástica ya no sólo por lo gratificante que es ver gente que tiene un interés desmesurado así como muchas ganas de aprender y de dibujar , si no por orientar esas clases al romanticismo español, en este caso literario.
Gustavo Adolfo Becquer ha sido el escritor más adecuado y "La cruz del diablo" la obra elegida. Es un relato que recordaba con bastante dificultad porque lo tuve que leer en el instituto pero con el que he disfrutado releyéndolo.
Los alumnos han utilizado unas partes del relato que yo mismo les di para ilustrarlas a modo de página de cómic, entintada, en un formato nada despreciable, Din a3. Hemos dispuesto de muy poco tiempo, a penas 10 horas en total, para parir ideas y darles forma dibujándolas y entintándolas como buenamente hemos podido.
Estoy muy contento con el resultado. Ha sido brillante el tesón y las ganas de esta gente.
Sólo con decir que esas clases se daban los sábados a partir de las seis de la tarde y que todos los alumnos tenían 18 años uno se puede imaginar el compromiso de chavales que renuncian a la juerga del sábado por la tarde para dibujar y aprender.
También contribuyo en parte con la portada y la contraportada de este magnífico relato romántico.
.-. Un apunte: ¿Por qué la gente ya no habla así?.-.
Gustavo Adolfo Becquer ha sido el escritor más adecuado y "La cruz del diablo" la obra elegida. Es un relato que recordaba con bastante dificultad porque lo tuve que leer en el instituto pero con el que he disfrutado releyéndolo.
Los alumnos han utilizado unas partes del relato que yo mismo les di para ilustrarlas a modo de página de cómic, entintada, en un formato nada despreciable, Din a3. Hemos dispuesto de muy poco tiempo, a penas 10 horas en total, para parir ideas y darles forma dibujándolas y entintándolas como buenamente hemos podido.
Sólo con decir que esas clases se daban los sábados a partir de las seis de la tarde y que todos los alumnos tenían 18 años uno se puede imaginar el compromiso de chavales que renuncian a la juerga del sábado por la tarde para dibujar y aprender.
También contribuyo en parte con la portada y la contraportada de este magnífico relato romántico.
.-. Un apunte: ¿Por qué la gente ya no habla así?.-.
